Ahora que ya has probado la meditación en la respiración y has empezado a entrenar tu atención, vamos a dar un paso más: observar los pensamientos sin quedarnos atrapados en ellos.
Este ejercicio se inspira en la meditación Vipassana, pero lo haremos de forma sencilla y práctica.
¿Por qué este ejercicio?
Si el primer ejercicio te ayudó a anclarte en el presente, este te va a enseñar a distanciarte de tus pensamientos. No para ignorarlos, sino para verlos como lo que realmente son: eventos mentales pasajeros.
Imagínate que tu mente es el cielo y cada pensamiento es una nube. Algunas son pequeñas y ligeras, otras densas y tormentosas. Tu trabajo no es empujarlas ni seguirlas, sino simplemente observarlas mientras pasan.
El ejercicio paso a paso:
Siéntate en un lugar tranquilo. La postura es la misma que en el ejercicio anterior: espalda recta, cómoda pero sin rigidez.
Cierra los ojos y respira con naturalidad.
Dirige tu atención a tu mente. En lugar de centrarte en la respiración, observa los pensamientos que van surgiendo.
Cuando aparezca un pensamiento, no lo reprimas ni lo sigas. Solo reconócelo. Puedes etiquetarlo suavemente:
"pensamiento sobre el futuro"
"recuerdo"
"preocupación"
"planificación"
Una vez etiquetado, deja que el pensamiento se disuelva por sí solo, como una nube que flota en el cielo.
Si te pierdes en un pensamiento (porque va a pasar), simplemente date cuenta y regresa a la observación.
Practica durante 5-7 minutos.
Anotaciones
Al finalizar, dedica un par de minutos a escribir:
¿Qué tipo de pensamientos surgieron más (planes, recuerdos, miedos)?
¿Cuánto tiempo tardaste en darte cuenta de que estabas atrapado/a en un pensamiento?
¿Hubo momentos de calma entre pensamiento y pensamiento?
El objetivo no es tener "una sesión perfecta", sino entender cómo opera tu mente.
Las dificultades más comunes
"Mis pensamientos iban demasiado rápido para etiquetarlos": Está bien. No es necesario etiquetar todos los pensamientos. Basta con que notes algunos y vuelvas a la observación.
"Me quedé enganchado/a en una cadena de pensamientos durante minutos": Éxito. El momento crucial no es evitarlo, sino cuando te das cuenta de que estás atrapado/a. Ahí es donde está el verdadero entrenamiento.
"No sentí nada especial, solo pensamientos sin parar": Esa es la práctica. La meditación no se trata de tener experiencias extraordinarias, sino de volverte consciente de lo ordinario.
Recuerda: cada vez que notas un pensamiento y regresas a observar, estás fortaleciendo tu conciencia.
Estos días he intentado meditar más profundamente, pero mis problemas cotidianos no me han dejado espacio...